Alerta temprana de terremoto
Google y destacados investigadores crearon un sistema de detección de terremotos basado en teléfonos móviles que envía alertas tempranas para mantener a las personas a salvo
Los estudios muestran que las alertas tempranas pueden prevenir el 50% de las lesiones ocasionadas por terremotos.
Siempre ha sido difícil enviar alertas tempranas a todas las personas que podrían sufrir las sacudidas de un terremoto. Los investigadores se han basado en la información de sensores subterráneos que abarcan áreas pequeñas y recogen una cantidad limitada de datos. Traducir esa información en alertas tempranas supone un enorme desafío técnico: en cuestión de segundos, los investigadores deben asegurarse de que los datos sean exactos y alertar a miles de personas en las cercanías. Los sensores subterráneos son caros de instalar y mantener, y muchos países no tienen ninguno, lo que significa que algunas áreas propensas a sufrir terremotos nunca han tenido capacidad para emitir alertas tempranas.
Desde el 2017, Google y destacados sismólogos han abordado este problema. Juntos han creado un sistema de detección y alerta temprana basado en Android que ya se utiliza en numerosos países, entre los que se incluyen varios que no disponen de sistemas nacionales de alerta temprana de terremotos.
El trabajo de Google en la detección de terremotos comenzó durante una semana del hacker en el 2017, cuando un equipo de ingeniería de Android decidió investigar si los acelerómetros (sensores que detectan el movimiento y la orientación durante el uso normal del teléfono y al realizar actividades como correr) podrían identificar con exactitud un momento crítico como un terremoto.
Tras los prometedores resultados iniciales, el equipo se asoció con destacados académicos para desarrollar un sistema que llegara a las personas adecuadas con la información correcta en el momento preciso. Varios académicos se unieron a Google a tiempo parcial mediante el programa para investigadores visitantes de relaciones con las universidades y colaboraron con equipos de ingeniería para desarrollar el sistema.
Entre ellos se incluyeron los sismólogos de la Universidad de California (Berkeley) Dres. Richard Allen y Qingkai Kong, pioneros en la investigación de la detección de terremotos basada en teléfonos. La Dra. Lucy Jones, experta en los elementos conductuales de las alertas y respuestas a los terremotos, se incorporó también al equipo. Ella orientó al equipo para que se centrara en la prevención de lesiones y en lo que hace que una alerta sea efectiva. Esto significa observar las tres etapas de un terremoto: antes, durante y después. Por ejemplo, un mensaje tras el terremoto con un simple consejo como "ponte los zapatos" ayuda a las personas a evitar cortes por rotura de cristales.
Cada uno de los Googlers y los investigadores aportó habilidades únicas para afrontar los desafíos de la detección de terremotos y las alertas tempranas. El equipo académico había dedicado décadas a investigar la física de los terremotos y qué hace que las alertas tempranas sean eficaces, mientras que los Googlers tenían la experiencia técnica de ingeniería y una plataforma que podía recoger datos y llevar información a un enorme número de personas con rapidez.
Los acelerómetros de Android recogen millones de datos únicos que los sismógrafos subterráneos no pueden obtener, como la diferencia entre el temblor en la planta 40 de un edificio, en la primera planta o en un coche en movimiento. Al analizar estos datos, el equipo pudo desarrollar alertas tempranas precisas en el momento oportuno y mensajes de seguimiento.
A la vez que el equipo desarrollaba un sistema basado en los datos de los teléfonos, también iniciaba las alertas tempranas a personas en California, Oregón y Washington utilizando los datos de los sismógrafos terrestres del sistema ShakeAlert del Servicio Geológico de los Estados Unidos. Las alertas tempranas se pusieron a disposición de todos los usuarios de Android de esos estados y como no tenían que registrarse para usar el servicio muchas más personas las recibieron.
En el 2021, el equipo lanzó las alertas tempranas y la detección de terremotos en Grecia y Nueva Zelanda, seguidos de Turquía, Filipinas y varios países de Asia central. Estos son los primeros países con sistemas de detección y alertas basados solo en datos de smartphones y no en sismógrafos subterráneos.
Estos países sufren terremotos frecuentes, pero no disponen de sistemas nacionales de alerta temprana, por lo que estas alertas son especialmente valiosas. El equipo espera ampliarlo a países similares propensos a terremotos pronto.
La colaboración también está impulsando la investigación académica: el Dr. Richard Allen considera que la detección basada en teléfonos es el futuro de la investigación y las alertas de terremotos. Un conocimiento más profundo del funcionamiento de los terremotos podría conducir a mejoras en otros campos. Por ejemplo, la información detallada sobre las diferencias en los temblores en distintas plantas de un edificio podría servir para elaborar códigos de construcción más seguros.
Unos segundos de alerta antes de un terremoto pueden suponer una diferencia enorme. El alcance global de los teléfonos los convierte en una poderosa herramienta para compartir rápidamente información precisa y útil y mantenernos más seguros.